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viernes 11 julio 2025 399 Vistas

Aerolíneas Argentinas: historia y evolución de una aerolínea de bandera


Por Gustavo Néstor Fernández, especial para Agencia El Vigía

La trayectoria de Aerolíneas Argentinas es un reflejo de la historia moderna de Argentina, marcada por la integración territorial, la soberanía, los desafíos y los avances tecnológicos. La aerolínea ha desempeñado un papel crucial en la construcción de la identidad nacional, la conectividad y el desarrollo socioeconómico del país, trascendiendo su función como mera empresa de transporte para convertirse en un símbolo de Argentina a nivel global y una herramienta estratégica de política pública.

Orígenes: la génesis de la conectividad nacional

La concepción de Aerolíneas Argentinas se sitúa en el contexto de la posguerra, cuando la aviación civil emergió como un pilar fundamental para la integración y el desarrollo de las naciones. El 7 de diciembre de 1950, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón, se formalizó la fusión de cuatro compañías aéreas preexistentes: Aeroposta Argentina, ALFA (Aeronavegación del Litoral Fluvial Argentino), FAMA (Flota Aérea Mercante Argentina) y ZONDA (Zonas Oeste y Norte de Aerolíneas Argentinas), dando origen a una única entidad estatal. Esta decisión estratégica buscaba unificar la dispersa red aérea del país, que carecía de una infraestructura eficiente para la conectividad interna e internacional. La creación de la aerolínea de bandera permitió al Estado planificar una política de transporte aéreo alineada con los intereses nacionales, priorizando la integración de regiones remotas y el acceso a mercados internacionales.

Primeros años: innovación y expansión de rutas

Desde sus inicios, Aerolíneas Argentinas se distinguió por su espíritu innovador y la expansión de sus rutas. La empresa incorporó aeronaves emblemáticas de la época, como los Douglas DC-3 y DC-4, y los hidroaviones Short S25 Sandringham. Un hito significativo fue la llegada del jet Comet IV el 2 de marzo de 1959, que marcó el inicio de la "era del jet" en Sudamérica, posicionando a la compañía como pionera en la región.

La década de 1960 consolidó la posición internacional de Aerolíneas Argentinas. En 1965, la adquisición de aviones Boeing 707 permitió la realización de vuelos de largo alcance. Un año después, en 1966, se llevó a cabo el primer vuelo sin escalas entre Buenos Aires y Madrid, un logro que estableció un récord mundial de velocidad para la época, completándose en 11 horas y 31 minutos. En 1969, la flota se expandió con la incorporación de los primeros seis Boeing 737. Además, se inauguraron vuelos regulares a Los Ángeles el 21 de agosto de 1969. Para finales de la década de 1960, la compañía invirtió en sus primeros simuladores de vuelo.

Durante los años 70, la llegada del Boeing 747, conocido como "Jumbo", representó otro avance tecnológico. Con esta aeronave, el 7 de junio de 1980, Aerolíneas Argentinas realizó el primer vuelo transpolar de la historia, conectando Buenos Aires con Auckland, Nueva Zelanda, a través del Polo Sur, con una escala en Río Gallegos. En 1971, el último Comet IV fue retirado de la flota después de 20.438 horas de vuelo. En la década de 1970, todos los vuelos de cabotaje de Aerolíneas Argentinas se realizaban con aviones jet.

La expansión continuó en la década de 1990 con la incorporación del primer Airbus A310 en agosto de 1994 y la inauguración de la Business Class en la flota de aviones MD. En 1996, la compañía lanzó su página web oficial (www.aerolineas.com.ar). En 1998, Córdoba se estableció como el segundo "Hub" de Argentina, desde donde Aerolíneas operaba vuelos a Miami, Santiago de Chile, San Pablo y Europa. El primer Airbus A340 aterrizó en Buenos Aires en junio de 1999, y en julio de ese mismo año se inauguró la ruta sin escalas Buenos Aires-París con el A340. El 2 de septiembre de 2000, se inauguró el vuelo sin escalas entre Buenos Aires y Los Ángeles.

Privatización, crisis y la controversia con el Grupo Marsans

La historia de Aerolíneas Argentinas también ha enfrentado desafíos significativos. En 1990, en el marco de las políticas de privatización impulsadas por el gobierno de Carlos Menem, la empresa fue vendida al consorcio español Iberia, transformándose en una sociedad anónima. Esta etapa inicial de privatización fue seguida por una reestatización parcial en septiembre de 1992, donde el gobierno argentino asumió el control del 28% del capital, elevando la participación pública total al 43%, aunque Iberia mantuvo una participación significativa y el carácter de operadora.

La situación de la aerolínea se tornó crítica cuando en octubre de 2001, el Grupo Marsans, a través de su compañía Air Comet, adquirió el control de Aerolíneas Argentinas. Bajo la administración de Marsans, la aerolínea fue objeto de graves acusaciones por parte del Estado argentino, incluyendo el "vaciamiento" sistemático de la empresa y la acumulación de deudas masivas. Se alegó que la compañía se convirtió en un "cajero automático" para el grupo español, que presuntamente transfirió fondos de Argentina a otras de sus empresas en España.

Como resultado de esta gestión, Aerolíneas Argentinas acumuló deudas que oscilaron entre los 900 millones de dólares y más de 2.000 millones de dólares (llegando a un déficit de 5.200 millones de dólares entre 2001 y 2008), quedando en un estado "terminal" y con una flota mínima, casi inoperable. Ante esta situación crítica, el Estado argentino inició acciones legales contra el Grupo Marsans en España por incumplimiento de contrato, daños y perjuicios, y el vaciamiento de la compañía. En 2011, un tribunal español dictó un embargo sobre bienes del Grupo Marsans por 375 millones de dólares a raíz de la demanda del gobierno argentino. Finalmente, en 2008, Aerolíneas Argentinas fue reestatizada, volviendo a ser propiedad del Estado argentino, como consecuencia directa del colapso bajo la gestión de Marsans.

Modernización y proyección Internacional

A partir de 2008, se inició un proceso de recuperación y modernización. La flota fue renovada con la incorporación de aeronaves Embraer 190, Boeing 737-800, Boeing 737-MAX8 y Airbus 330-200, mejorando la eficiencia operativa y la calidad del servicio. La adquisición de 20 Embraer 190 a partir de 2009 fue la mayor compra de aviones en la historia de la aviación argentina. También se incorporaron nuevos 737-NG y Airbus A-340/300 para reemplazar los Boeing 747 en ciertas rutas.

La empresa invirtió en infraestructura, destacándose la creación del Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (CeFePra) y el Hangar 5, el más grande de Latinoamérica. A nivel internacional, la adhesión a la alianza SkyTeam en 2012 posicionó a Aerolíneas Argentinas en el mapa global de la aviación comercial, facilitando la conectividad con destinos en América, Europa y Oceanía. Recientemente, Aerolíneas Argentinas ha sumado dos Airbus A330, recuperando rutas como Punta Cana (tres vuelos semanales desde julio) y La Habana (un vuelo semanal con escala en Cancún). También se ha incorporado un nuevo Boeing 737 MAX para reforzar vuelos a Brasil.

El valor estratégico de una aerolínea de bandera

La relevancia de Aerolíneas Argentinas como aerolínea de bandera va más allá de lo económico. Es un instrumento de integración territorial, vital para garantizar la igualdad de oportunidades y el acceso a servicios en un país de grandes dimensiones, cubriendo rutas de baja rentabilidad comercial pero de alto valor social que las empresas privadas suelen desestimar. Cumple un rol estratégico en situaciones de emergencia, como desastres naturales, evacuaciones sanitarias o repatriaciones, donde la función estatal es insustituible. La existencia de una aerolínea nacional permite al Estado garantizar la movilidad de personas y bienes, fortaleciendo la soberanía y la seguridad nacional, así como la proyección internacional de Argentina. Además, impulsa el desarrollo económico y turístico, generando empleo directo e indirecto, e invierte en tecnología, capacitación y desarrollo de recursos humanos, contribuyendo al progreso de la industria aeronáutica nacional.

Aerolíneas Argentinas en la memoria colectiva

Más allá de sus logros operativos y financieros, Aerolíneas Argentinas ocupa un lugar significativo en la memoria colectiva de los argentinos. Ha sido protagonista de hitos históricos como la inauguración del Aeropuerto Internacional de Ezeiza en 1949, los vuelos transatlánticos y transpolares, y diversas misiones humanitarias. Ha transportado a millones de personas, acortando distancias y conectando culturas. La aerolínea de bandera es un motivo de orgullo nacional, representando una visión de un país inclusivo, integrado y soberano.

En definitiva, Aerolíneas Argentinas es un patrimonio estratégico, social y cultural de la Nación, con un componente geopolítico de gran importancia. Su historia es testimonio de la capacidad argentina para innovar, integrar y proyectarse al mundo. Defender y fortalecer Aerolíneas Argentinas es una tarea colectiva que apuesta por un país más equitativo, conectado y soberano, donde el interés público prevalezca y la conectividad aérea sea un derecho fundamental. La bandera pintada en el fuselaje de sus aviones es la misma que la de los A-4 Skyhawk y Super Étendard que lucharon en Malvinas, pilotos que ofrendaron sus vidas por la Patria.

Fuente: turismoyderecho.com.ar

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