Si bien la actividad económica se recupera y supera, en algunos casos, los niveles de pre pandemia, la recuperación del mercado de trabajo se da de manera más lenta y de forma desigual en términos de género. Recién en el segundo trimestre de 2021 las mujeres están alcanzando los niveles de ocupación previos a la pandemia.
Las mujeres presentan menor participación que los varones en el mercado de trabajo. Esta menor participación de las mujeres en el mercado laboral está dada por la desigual distribución de tareas al interior del hogar, es decir que, su mayor participación en tareas domésticas y de cuidado, bajo la forma de trabajo no remunerado, limita las posibilidades de las mujeres de insertarse en el mundo del trabajo. Esto se expresa en que la tasa de actividad de las mujeres es del 38% mientras que la de los varones es del 54%.
Además, las mujeres muestran mayor tasa de informalidad que los varones (mujeres: 34%, varones 30%). Quienes se llevan la peor parte son las mujeres jóvenes (de hasta 30 años), entre ellas la tasa de informalidad llega al 53%.
“El informe analiza cómo la pandemia impactó en la brecha de género ya existente, agudizando la situación de las mujeres y su situación laboral. Por esta razón, resultan pertinentes programas como el Registradas o el Fomentar Empleo al tratarse de políticas anticíclicas necesarias frente a la actual situación de deterioro que aún persiste a pesar de la recuperación económica y del empleo”, observa Darío Romano, coordinador del área de Trabajo y Producción.
Si hablamos de brecha en ingresos, en promedio las mujeres ganan un 29% menos que los varones. Este dato también expresa otras diferencias entre varones y mujeres en el mercado de trabajo: las mujeres tienen menor tasa de actividad que los varones, trabajan menos horas y presentan alta participación en ramas con mayor precariedad y elevada informalidad laboral, como el servicio doméstico.
