Por su parte, Ariel Sujarchuk, luego de que los directivos de la compañía presentaran en detalle su proyecto, sostuvo que “es muy importante para defender por qué el Estado tiene que invertir en ciencia con investigadores formados en el CONICET, en la UBA, en la UNQ. El Estado argentino, en reactivos y otros insumos de la medicina, compra productos que hoy se están fabricando en el país. Entonces, poder generar la reactivación de la economía local sitúa a Argentina en la vanguardia a nivel mundial del desarrollo de biotecnología”.
En tanto, Guillermo Battolla, director de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de Biosidus, señaló: “Necesitamos de la articulación entre todos los actores, Ministerio de Salud, ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), Ministerio de Economía, porque trabajamos con proyectos que necesitan una previsibilidad de abastecimiento”.
Biosidus en las últimas dos décadas ha desarrollado un negocio global de investigación, desarrollo, producción y comercialización de biofármacos de alta calidad en territorios de Asia, África, Europa del Este y América Latina.
La empresa cuenta con dos plantas industriales y un laboratorio de investigación y desarrollo. En la planta de Bernal Oeste se trabaja en las actividades mencionadas anteriormente, mientras que la del barrio de Almagro, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, está dedicada a actividades de investigación y desarrollo, y a la producción de principios activos farmacéuticos, con capacidad productiva en fermentación bacteriana y cultivo celular masivo.
También participaron de la actividad el secretario de Desarrollo Económico Sustentable de Quilmes, Mario Lozano; el subsecretario de Producción y Empleo, Paul O’Shanghnessy; la directora de Desarrollo Pyme, Agustina Mattera, y la directora para la Generación de Nuevas Empresas del Conocimiento de la Nación Cintia Hernández.