El 26 de junio de 2002, Darío y Maxi fueron asesinados en el hall de la ex Estación Avellaneda del Ferrocarril Roca, que hoy lleva por ley el nombre de los jóvenes masacrados, tras una brutal represión en las que las fuerzas de seguridad dispararon balas de plomo contra quienes habían salido a las calles a reclamar por trabajo y cambio social en el contexto de la crisis económica y social del 2001.
"A 20 años de la Masacre de Avellaneda, el ejemplo de Darío Santillán se multiplicó y como trabajadoras y trabajadores de la Economía Popular seguimos levantando las banderas por las que luchábamos en aquel momento", aseguró Dina Sanchez secretaria adjunta de la UTEP y referenta del Frente Popular Darío Santillán.
Los policías Alfredo Fanchiotti y Alejandro Acosta, autores materiales del asesinato , fueron condenados en diciembre de 2005 a penas de prisión perpetua. No obstante, “seguimos exigiendo que los responsables políticos de la Masacre de Avellaneda, sean investigados y juzgados. El asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán a manos de efectivos de la policía bonaerense marcó un hito en la sociedad Argentina, obligó al entonces presidente Eduardo Duhalde a adelantar las elecciones y marcó un piso de consenso en la sociedad de rechazo a la represión policial. 20 años después, el derecho a la protesta significa un piso de derechos que no se discute”, afirmaron en un comunicado desde UTEP.
“La lucha por Trabajo, Dignidad y Cambio Social de aquel entonces, es la lucha de hoy por Tierra, Techo y Trabajo. Por eso, hoy más que nunca, Darío y Maxi viven en la Economía Popula”, finaliza el texto.